De Loredo capitalizó la ausencia de Juez

Por Felipe Osman

Rodrigo De Loredo arrancó el 2025 con viento de cola y, aunque no lo vaya a confesar, debe haber celebrado el traspié de Luis Juez, su competidor en la carrera de fondo por “la” candidatura opositora a la Gobernación de Córdoba, en 2027.

Mientras el radical era parte de una reunión con el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en la que el oficialismo hizo un primer careo con la UCR y el PRO para dilucidar que apoyó puede esperar de estos bloques, Juez era rastreado por los libertarios, que ya habían empezado a organizar otro encuentro, con representantes de la Cámara Alta.

En rigor, la ausencia de Juez no tiene efectos prácticos profundos. Para cuando las iniciativas que el oficialismo busca aprobar en sesiones extraordinarias lleguen al Senado, el senador ya llevará semanas en Argentina. Sin embargo, lució mal.

Su ex aliado radical, en tanto, destacó la actitud “constructiva” de su bloque ante un oficialismo que ha demostrado aciertos en materia económica, aseguró el respaldo de la bancada a Ficha Limpia, y adelantó que habrá que discutir la eliminación/suspensión de las PASO que propone el Gobierno, además de comprometer apoyo a otras iniciativas, como las de Reiterancia y Juicio en Ausencia.

Después de destacar la actitud colaborativa de la UCR, De Loredo también dijo haber advertido a las autoridades nacionales de la difícil situación que atraviesa el sector agropecuario, y extendió el pedido de baja a los derechos de exportación para dar aire a un sector jaqueado por la caída de los precios internacionales y un tipo de cambio adverso para los exportadores.

Algunos suspicaces creen que el revuelo que se levantó alrededor de la ausencia de Juez no fue espontáneo, sino sembrado por quienes resisten el desembarco del senador en las “Fuerzas del Cielo”. Y no es una teoría disparatada.

Dentro del oficialismo hay quienes no terminan de confiar en el líder del Frente Cívico, no sólo por su zigzagueante carrera política, sino por su negativa a apoyar determinadas iniciativas.

En ese universo entran los pliegos de los candidatos postulados por el Gobierno para integrar la Corte, y el nombre de Ariel Lijo.

Para los baqueanos en el mundo libertario, Lijo representa para el oficialismo algo todavía más importante que acrecentar el poder de la Casa Rosada en el máximo tribunal. Representa una “prueba de fe” para dilucidar de quiénes puede esperar un respaldo irrestricto y de quienes no. Un dato fundamental a la hora de puntear las listas que competirán en 2025.

Ahora bien, más allá de la resistencia que Juez pueda generar entre actores de la primera línea de La Libertad Avanza, los libertarios de Córdoba también observaron la secuencia con una mueca de satisfacción.

En la provincia, los alfiles de Milei miran con celo a los extrapartidarios que se acercan al redil libertario. Descuentan que Bullrich colará algún representante en la lista y prefieren que hasta ahí llegue el aperturismo. 

De ahí la convicción con la que defienden la pureza ideológica que deben guardar los “leones” que lleguen a Diputados. Visión que es compartida por el ala más dura del Gobierno, representada en el “triángulo de hierro” de Milei por el asesor estrella del presidente, Santiago Caputo.