Por Francisco López Giorcelli 

El escenario de reconfiguración que atraviesan los distintos espacios políticos a nivel nacional y provincial invita a sus actores a crear nuevos canales de diálogos entre ellos. Y por fuera de las alianzas actuales empieza un momento bisagra en lo que será el futuro político en Argentina.

Por un lado surgen nuevas expresiones de peronismos no alineados al kirchnerismo que empieza a buscar aliados que ayuden a conformar un nuevo espacio que se proyecte nacionalmente en un futuro a mediano y largo plazo. Por otro lado algunos espacios insisten, por lo menos hasta octubre, en fortalecer un espacio que transita sus últimos meses de vida como es Juntos por el Cambio (JxC) donde cada vez hay más rispideces entre radicales y el PRO. 

En Córdoba esto no pasa desapercibido, desde que el gobernador electo Martin Llaryora cerró filas con espacios del radicalismo que se veían “ninguneados” por la actual dirigencia del partido centenario y que decidieron acompañar al actual intendente en ejercicio en su próxima etapa como Gobernador de la Provincia. 

Esto trajo discusiones para dentro del radicalismo donde un sector calificó de “traidores” a quienes pusieron los intereses de la provincia por delante de los intereses personales. En este caso fue Myrian Prunotto, vicegobernadora electa y parte del radicalismo provincial, quien dió el puntapié inicial en estrechas relaciones con nuevos sectores para Hacemos Unidos por Córdoba (HUxC). Desde su rol de intendenta de Estación Juárez Celman empezó a construir lazos con el oficialismo universitario mediante la creación del Campus Norte, lo que será un símbolo de las relaciones que estos sectores vienen construyendo permanentemente. 

Es por eso que en los últimos meses se han visto en distintos actos y acciones entre estos sectores, se lo ha visto tanto al Rector como a sus funcionarios estrechando lazos con sectores de HUxC tanto desde la sede del Campus Norte con la inauguración del mismo y la apertura de los distintos espacios de formación académica, como desde el mismo rectorado donde Boretto y Llaryora se han juntado más de una vez para delinear estrategias en conjunto respecto a los objetivos universitarios en concordancia a las necesidades de la Provincia y la Ciudad de Córdoba. 

"Nos reunimos para dialogar sobre políticas universitarias, articulación y trabajo conjunto. El impulso académico y científico de la UNC, referente internacional en educación superior, es pilar de desarrollo y progreso", expresó el gobernador electo. 

Por su parte Boretto destacó que el encuentro fue "muy productivo" y ratificó una "agenda de trabajo conjunto".

Por otro lado, también en el oficialismo universitario pero en el claustro estudiantil, se muestra a una Franja Morada totalmente decidida a acompañar a la candidata presidencial de Juntos por el Cambio Patricia Bullrich y su vice Luis Petri. A pesar de este apoyo que se muestra lógico por ser del mismo frente, poco se ve a la agrupación estudiantil acercarse al espacio llaryorista como lo han hecho Boretto y su equipo de gestión. 

De hecho en las últimas semanas fue creciendo el compromiso de la agrupación radical para con la campaña presidencial ya que se ha visto a quienes dirigen la agrupación a nivel nacional acompañando a Petri en distintas reuniones partidarias e incluso se los vió en reunión con el candidato a vicepresidente donde le llevaron las preocupaciones estudiantiles y sobre educación.

En las últimas horas Soler, Sec. General de Franja Morada nacional, se lo vió presentando propuestas en cuanto a la educación con un tono y una línea política igual a la que Bullrich trata de instalar en su campaña, con el eje puesto en el “orden” y lo “moderno”. De está forma Franja Morada se muestra con Bullrich y, para tener en cuenta, se los ve alejados de la estrategia del rectorado universitario. 

¿Distintas estrategias de cara al futuro político? ¿Franja Morada confía en que JxC siga vigente después de octubre? ¿Qué implican las fotos de Conrero y Boretto junto a Prunotto, Llaryora y Schiaretti? Lo concreto es que por un lado hay un oficialismo universitario que hace el diagnóstico sobre una sociedad que exige unión y acuerdos entre sectores para recuperar el tejido social y por el otro lado del oficialismo, en lo estudiantil sobretodo, deciden ir con quienes profesan “orden” a partir de la destrucción.