En la primera semana post elecciones fueron las agrupaciones estudiantiles quienes se pronunciaron de cara a la segunda vuelta electoral. ¿Pero qué harán quienes conducen las facultades, colegios y el rectorado en este escenario? Es una pregunta que resuena en los pasillos universitarios en los últimos días.
Universidad 03 de noviembre de 2023
Francisco Lopez Giorcelli
Por Francisco López Giorcelli.
Si hay algo que es real y que todo el arco político del país, la provincia y la universidad nunca se olvidará es el espectáculo de rosca a corazón abierto que se vivió en las últimas dos semanas post elecciones donde Sergio Massa se impuso por un poco más de siete puntos, rompiendo con la mayoría de las proyecciones que circulaban días antes del 22 de Octubre.
Claramente la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) no quedó excluida de este escenario, porque nobleza obliga y por la historia de la Casa de Trejo le demanda que haya pronunciamientos en torno a la política nacional, sobretodo porque existe un consenso general de que un proyecto de país es imposible sin un proyecto de universidad.
Quienes dieron los primeros pasos en este sentido fueron las distintas agrupaciones políticas estudiantiles que tienen una proyección por fuera de Ciudad Universitaria y replicaron los comunicados y posicionamientos de sus respectivos espacios políticos. En su mayoría, acompaña al candidato oficialista, excepto Franja Morada y las izquierdas del FIT-U que decidieron mantenerse neutrales, aunque el radicalismo en su mayoría tira dardos pesados ante el proyecto de país que implicaría votar a Javier Milei, mientras que la cúpula trotskista se mantiene neutral en su totalidad incluso a sabiendas de las diferencias entre Sergio Massa y el candidato libertario.
Definidas estas posiciones en lo estudiantil, ahora el foco gira hacia quienes conducen la universidad en los cargos de mayor representatividad que son quienes ocupan los lugares en los decanatos y, en especial, el rectorado.
Ante la pregunta sobre ¿qué harán? A quienes tienen esta responsabilidad se antepone las imágenes de semanas anteriores de “unidad” entre sectores antagónicos como peronismo y radicalismo aunque no estaban todos. Hay quienes dicen que existe una clara intención de unidad en torno a este escenario. No solo por lo que significa la educación pública en Argentina como un derecho estratégico para el desarrollo del país, sino también porque la motosierra implicaría recortes laborales que harían temblar los cimientos universitarios.
Docentes, decanas y decanos más peronistas tienen la postura clara: apoyar a Sergio Massa desde sus lugares sin necesidad de que institucionalmente se pronuncien. Las facultades en concreto serían Cs. Sociales, Filosofía y Humanidades y Artes, el tridente opositor que históricamente se identifica, y apoyó a los gobiernos kirchneristas/peronistas. Entienden además que en la facultad existen posiciones disímiles en torno al balotaje y por eso no obligarán a un posicionamiento institucional para evitar también algún tipo de conflicto indeseado a está altura del año.
En el sector “del medio” entre el radicalismo y el peronismo, encontramos a decanas y decanos que entrelazan relaciones políticas independientemente del color político con el que se pinta el rectorado, entendiendo la institucionalidad como eje central para el crecimiento de sus respectivas unidades académicas. Sería el caso de la Facultad de Cs. de la Comunicación, encabezada por la Decana Parisi o el caso de Cs. Químicas encabezada por el Decano Mariscal. En este caso ambos entienden la responsabilidad que tienen a sus espaldas y de cara a un balotaje seguramente se inclinen por un gobierno que les dé la oportunidad de seguir construyendo, quizás más condicionados por el amplio color político de quienes transitan sus facultades.
El punto especial se lo lleva el radicalismo, claramente gran protagonista post elecciones por su “quiebre” con la conducción Bullrich-Macri pero que para abajo trajo opiniones encontradas.
Desde el rectorado encabezado por Jhon Boretto entienden que no pueden obligar a su estructura a apoyar a algún candidato en particular, incluidos Decanos y Decanas que responden directamente a Boretto. Por eso vienen abriendo el juego para por lo menos marcar una tendencia hacia donde sería menos peligroso virar en términos institucionales. Como ya se había anticipado más arriba e incluso en otra nota, el oficialismo claramente movió una ficha importante a la hora de juntarse con ADIUC, estudiantes del peronismo y algunas facultades de la Franja Morada por la defensa de la Educación Pública.
Sin posicionamientos oficiales, el panorama en el radicalismo universitario marca una diferencia entre lo que significa Milei o Massa en un futuro gobierno. Pero a pesar de esta “tendencia” hacia el voto en blanco o a Massa, la Franja Morada de Psicología, Arquitectura y Cs Economicas escapan a esa tendencia ya que parecen acompañar al candidato libertario a pesar de ir en contra ideológicamente de lo que significa habitar la Universidad. Sorprende en algunos, en otros no entendiendo la interna histórica dentro del radicalismo morado en la universidad, pero no se ve claro, y ya depende de la interpretación que pueda realizar cada uno, si el voto al libertario implica convicción o más que nada miedo a la pérdida de votos de cara a las elecciones estudiantiles del 2024.
Si es sorpresa que se ponga por delante de la bandera de “educación pública siempre” a un candidato que básicamente quiere recortar todo presupuesto educativo e ir a un sistema de vouchers que implicaría una gran profundización de la desigualdad estructural tanto en la educación como en la sociedad. Así marca una gruesa línea en la interna con las otras facultades conducidas por el radicalismo como son Derecho, Agronomía y Lenguas.
Cerrando la segunda semana post explosión de Juntos por el Cambio se empieza a mostrar más las diferencias que existen entre facciones moradas, decanos y el rectorado.
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