Enroque Corto

Limia en Cosquín

El peronismo de Punilla atraviesa una metamorfosis política que va de la mano de la idea del gobernador Martín Llaryora de abrir las puertas de Hacemos no sólo a los extra partidarios sino a dirigentes que se habían alejado del espacio. 

Periodista: Bueno, el acuerdo con Carlos y Mariana Caserio se inscribe allí, ¿no?

Dirigente: Así es. Se abre una nueva etapa que es con todos adentro. Por eso, por su lado, el legislador oficialista Leonardo Limia sigue recorriendo el departamento. Después de haber mantenido una reunión en San Antonio de Arredondo con ocho intendentes y jefes comunales de  Hacemos Unidos por Córdoba, el domingo fue a Cosquín.

P.: El Festival Nacional de Folclore de Cosquín, una parada obligada para la política…

D.: Por supuesto. Allí compartió palco con el actual intendente, Raúl Cardinalli, y el presidente de la Agencia Córdoba Turismo, Darío Capitani. Todos entienden que, más allá de las diferencias del año electoral que pasó, ahora es importante unir políticamente al departamento para atravesar el momento de turbulencias en que entró el país. 

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El último café aliado antes del discurso de Llaryora

Los principales referentes del interbloque Juntos por el Cambio se reunieron ayer a tomar un café, y un asesor se lo contó al periodista.

Asesor: El último café, antes del discurso de apertura de las sesiones ordinarias, que dará el jueves el gobernador Martín Llaryora.

Periodista: ¿Fueron todos?

A.: Estuvieron la titular del interbloque, la radical Alejandra Ferrero, y los presidentes de los bloques de la UCR, Matías Gvozdenovich, del Frente Cívico, Walter Nostrala, del PRO, Patricia Botta, y de la Coalición Cívica-ARI, Gregorio Hernández Maqueda. Solo faltó Dante Rossi, de Construyendo Córdoba, pero por razones personales.

P.: ¿De qué hablaron?

A.: Se juntaron a coordinar los proyectos que serán presentados por el interbloque. También, hablaron sobre la distribución de espacios en las comisiones, un tema que el oficialismo tiene muy demorado. Asimismo, definieron el apoyo a los docentes. Y respecto del discurso de Llaryora, no se hicieron muchas ilusiones: alguien dijo que, después de todo, nunca hace lo que dice.

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Ferraro, sentido

El periodista conversaba con el funcionario de Martín Llaryora sobre los primeros cuarenta días de gobierno de Javier Milei, conversación en cuyo marco confesó que la reciente baja en el gabinete fue tomada como una mala señal para los cordobeses.

Informante: Fue muy sorpresiva la salida (aún no consumada) del ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro. Para nosotros fue una mala noticia.

Alfil: ¿Tan así?

I: Claro, de hecho unas horas antes hubo una reunión con Franco Mogetta, del área Transporte, que estaba a cargo de Ferraro. Imagine que los llaryoristas estaban conversando con un funcionario nacional cuyo jefe se estaba yendo, echado. Fue muy sorpresivo. Además, Ferraro de por sí tenía buena relación con el gobierno de Córdoba. 

A: Pero no les consiguió nada...

I: Si es por eso... Pero era un jugador cercano. Una lástima

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Las 62-O se preparan para jugar

El informante gremial llamó al periodista justo después de enviarle imágenes de la reunión que mantuvieron algunos de los líderes de su organización.

Periodista: Estimado, ¿qué me manda?

Informante: Eso que ves es una reunión que hubo hoy (por ayer) en el Amerian entre integrantes de la cúpula de las 62-O de Córdoba y de las 62-O de Río Cuarto.

P.: Refrésqueme la memoria.

I.P.: De Córdoba va a distinguir fácil a nuestro secretario político, Ricardo Moreno. Del otro lado, Ariel Peralta, secretario general de la CGT Rio Cuarto y Fabio Oviedo, secretario general de la delegación riocuertense de las 62-O.

P.: Por favor, saltemos la intro y vamos al grano.

I.P.: Si lo quiere resumido, el meollo de la reunión fue manifestar a nuestros compañeros del Imperio del Sur nuestro total respaldo para que juegue en las elecciones que se vienen.

P.: Es decir, que pida lugares en las listas.

I.P.: Que reclamen para el movimiento obrero lo que le corresponde.