Si la inflación de mayo ronda 7,8%, las jubilaciones habrían tocado piso

Si la suba de precios sigue descendiendo, se consolidará el cambio de tendencia, aunque es clave lo que se haga con el bono de $70.000 a partir de junio. En los primeros cuatro meses, los jubilados con la mínima soportaronuna pérdida de un 24% y el resto una del 37%

Nacional 16 de mayo de 2024 Redacción Alfil Redacción Alfil
2024-05-15-economia

Los últimos cambios legales realizados por el gobierno nacional, establecen que a partir de julio los jubilados van a cobrar mensualmente sus haberes indexados por la inflación mensual. Hay un retraso de dos meses, de modo tal que en el mes de julio van a cobrar con la inflación actualizada hasta mayo. Hay que recordar que hasta julio rige un esquema de transición.

Un trabajo del Iaraf dirigido por Nadín Argañaraz analiza lo sucedido con el poder adquisitivo de los jubilados hasta abril y lo que pueda suceder en este mayo, cuando se pagará la inflación del 11% de marzo y un bono de $70.000 a los que cobran la mínima. Trabaja con dos personas representativas. Una que cobra la mínima y el bono compensatorio y otra que cobra un haber equivalente a tres haberes mínimos.

Durante el primer trimestre del año, los jubilados que no cobran la mínima registraron una pérdida de poder adquisitivo del 41,7%, respecto al mismo periodo de 2023. Por su parte, los que cobran la mínima, al cobrar bonos compensatorios, experimentaron una pérdida del 27,3%. Como puede apreciarse, la pérdida para ambos segmentos fue significativa.

Durante abril, el jubilado que cobra la mínima recibió $171.283 más un bono de $70.000. En total cobró $241.283, lo que significó un 18% más que lo cobrado en marzo. Por su parte, el jubilado que cobra el equivalente a tres mínimas, cobró $513.850, con una suba nominal del 27,4% respecto a marzo.

El hecho de que el valor del bono no se haya actualizado respecto a marzo, es lo que explica la diferencia de incrementos proporcionales entre ambas personas.

Lo relevante es la consideración del poder adquisitivo de los haberes. En efecto, considerando una inflación del 9% para abril, el jubilado que cobra la mínima y el bono habría tenido un aumento real del 8,3% de su ingreso. Mientras, el que no cobra bonos habría tenido uno del 17% real. Ambos incrementos respecto al mes de marzo.

Al acumular los cuatro primeros meses, el jubilado con la mínima habría perdido un 24,5% de su poder adquisitivo de igual periodo de 2023. Mientras, el jubilado que no cobra la mínima, habría perdido un 37,5% real de su haber respecto a 2023. Si bien el poder adquisitivo de abril es mayor que el de marzo, siguió siendo menor al de abril de 2023, aunque con menor diferencia que en los primeros tres meses del año. Esto es lo que explica que al sumar abril, la pérdida acumulada en los primeros cuatro meses del año sea menor a la acumulada durante los primeros tres meses.

Dado que ya se conoce el índice a aplicar en mayo, 11% según la inflación de marzo, y el monto del bono para la mínima, se puede proyectar qué puede pasar con el poder adquisitivo durante mayo. Para los jubilados que no cobren la mínima el aumento nominal va a ser del 11%, mientras que para los que cobran la mínima va a ser del 7,8%. Lo que ocurre es que al ser bono de igual valor de $70.000 tanto en abril como en mayo, la jubilación mínima total aumenta en menor proporción.

Concretamente, para que en mayo un jubilado con la mínima tenga el mismo poder adquisitivo que en abril, la inflación debería ser del 7,8%. Dada una inflación esperada del 7,5%, el poder adquisitivo de este jubilado aumentaría algo mínimo respecto a abril. Por el contrario, el jubilado que no cobra la mínima tendría un aumento real del 3,3%.

Si se acumulan los primeros cinco meses del año, el jubilado que cobra la mínima terminaría perdiendo un 21,7% del ingreso real de igual periodo de 2023. Por su parte, el que no cobra la mínima terminaría perdiendo un 33,9% del ingreso real que tuvo en los primeros 5 meses de 2023. Dado que en mayo la pérdida real interanual sería menor a la del primer cuatrimestre, al cabo de cinco meses un jubilado seguiría perdiendo mucho poder adquisitivo que en 2023, pero menos que lo que perdió al principio. Se va recortando la pérdida, pero sigue en niveles muy altos.

Si la inflación mensual sigue bajando, el poder adquisitivo de las jubilaciones podrá seguir mejorando, pero partiendo de un piso muy bajo. Y siempre estando por debajo de 2023, en lo que resta del año.

Si esto sucediera, febrero podría haber sido el piso del poder adquisitivo de las jubilaciones. Para el caso de los jubilados con la mínima, esta situación va a depender de lo que suceda con el bono a partir de junio (actualmente de $70.000). Por ejemplo, si el gobierno decidiera mantener el valor del bono en $70.000 durante el mes de junio y la inflación de abril fuera del 9%, el jubilado con la mínima tendrá un aumento del 6,5% en junio.

Cobraría $207.000 de haber más $70.000 de bono. En efecto, para que su poder adquisitivo no baje respecto a mayo, se requiere que la inflación de junio sea igual o menor al 6,5%. Si el gobierno decidiera dar un bono de $75.000 por ejemplo, la inflación necesaria para mantener el poder adquisitivo de mayo sube hasta el 8,4%. Habrá que ir viendo las decisiones que se tomen respecto al valor del bono.

En el caso de los jubilados que no cobran bono, mientras la inflación de junio sea igual o menor al 9%, su poder adquisitivo se mantendría o aumentaría respecto al de mayo.

Una cuestión relevante es la discusión que existe en el Congreso de la Nación en relación a la regla de movilidad. En esencia se está discutiendo el nivel del piso de febrero. Como puede deducirse del desarrollo de este trabajo, si la inflación sigue bajando, febrero sería el mes de menor poder adquisitivo. Si hay un aumento de la jubilación de febrero, el jubilado perdería menos en el acumulado del año respecto a 2023.

La otra cara de la moneda es el nivel de gasto público y el aporte de fondos que el gobierno logró con la reducción real de las jubilaciones. Alrededor de la tercera parte de la reducción de gasto público del primer trimestre se originó en el recorte real de las jubilaciones. Una suba del piso de febrero implica un mayor nivel de gasto en 2024, es decir un menor recorte respecto a 2023. Este es el conflicto de objetivos que está planteado en el Congreso entre oficialismo y oposición.

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