Reforma Jubilatoria: La oposición pone contra las cuerdas al Gobierno, pero hay riesgo de veto presidencial

Por Carolina Biedermann

Ayer los diputados fueron convocados a participar de dos sesiones especiales. Una por el radical Rodrigo De Loredo, para tratar la actualización previsional, y otra por Unión por la Patria para tratar de reinstalar el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid) y debatir el presupuesto universitario.

El debate para establecer una nueva fórmula de movilidad previsional fue el que prosperó y con pacto entre la oposición se acordó alcanzar una recomposición del 8% para los haberes jubilatorios. Las universidades deberán esperar ya que Unión por la Patria no logró alcanzar los acuerdos, al no contar con el respaldo de las bancas dialoguistas. Este podría tratarse el 3 de julio, a pedido de la UCR.

La sesión en la Cámara Baja se extendió más allá del cierre de esta edición. En el caso de que se apruebe en Diutados, este pasará a la Cámara Alta, a manos de los senadores quienes continuarán debatiendo la aplicación de un nuevo sistema de haberes para jubilados.

Si bien se espera amanecer este miércoles con su aprobación, si los bloques opositores no acuerdan, el Gobierno saldría victorioso y sostendría su régimen impuesto por decreto.

Actualización previsional

Por decreto, en el mes de marzo el presidente Milei modificó la fórmula jubilatoria, retirándolo de la Ley Bases para agilizar tiempos. Fue así que desde abril de este año las jubilaciones empezaron a calcularse en base al Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Este nuevo cálculo generó cuestionamientos por parte de los distintos bloques, menos por La Libertad Avanza, claro. Llevado el debate a la Cámara baja, este martes se pusieron en discusión los proyectos para establecer una nueva fórmula de movilidad jubilatoria, tratando cinco dictámenes propuestos por los distintos bloques opositores, para dejar sin efecto lo aplicado por el Ejecutivo.

El dictamen del bloque de Unión por la Patria es el que se firmó por mayoría y se trató en primer lugar. Más holgados en el pedido, propusieron una recomposición del 20,6% para jubilados y pensionados, correspondiente a diciembre del 2023 y febrero del 2024, basándose en que la inflación alcanzó en este periodo, casi el 60%.

Pasada la tarde, los opositores avanzaron en el consenso para acordar una suba mensual de las jubilaciones por IPC, y en marzo de cada año otorgar un aumento del 50% de la variación salarial Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) por sobre la inflación del año anterior.

La sesión se extendió hasta la noche. La etapa inicial, duró aproximadamente cinco horas entre exposiciones sobre beneplácitos, y los diputados hasta se expresaron en contra de la ministra Sandra Pettovello, con pedido de informes y solicitudes para que la titular de Capital Humano se presente en el recinto para responder preguntas de los legisladores, en torno al manejo y distribución de alimentos a comedores. Finalmente, los pedidos fueron negados por los bloques de la UCR y federales.

Riesgo de veto

En la conferencia de prensa diaria, el vocero presidencial, Manuel Adorni, se adelantó al tratamiento en la sesión y dijo que el Ejecutivo rechazará cualquier iniciativa referida a la movilidad jubilatoria impulsada por los ediles de la oposición y agregó que todo lo que atente contra el equilibrio fiscal será vetado, tal cual dijo a principio de año Javier Milei.

 El cálculo jubilatorio de Milei

En el año 2009, cuando se hizo efectiva la disolución de las AFJP, se estableció una nueva fórmula de movilidad jubilatoria que componía 50% de recaudación (incluye lo que entra en ANSES, lo que ingresa por aportes y contribuciones, entre otros tributos como el IVA, impuesto país, combustibles, etc) y 50% salarios.

En el año 2017, durante la presidencia de Mauricio Macri, se cambiaron nuevamente los parámetros y pasaron a ser “como el fernet cordobés”:  70% IPC y 30% salarios. Luego, Alberto Fernández volvió a la fórmula original, post AFJP, calculando las jubilaciones tomando como parámetro: 50% recaudación (la lógica era: si la recaudación mejora, mejora la paga) + 50% salarios, con actualizaciones trimestrales por la inflación.  

El cálculo de Mieli pasó a ser formulado 100% de IPC, con actualización mensual, pero teniendo en cuenta que los datos de la inflación siempre están desfasados un mes y el cálculo se aplica al mes siguiente, los especialistas remarcan que las jubilaciones quedan desfasadas por dos meses con la inflación, y así nunca mejorará el poder adquisitivo, yendo atrás de la inflación. Si para los próximos meses la inflación baja, los haberes jubilatorios también lo harán.

Presupuesto universitario y FONID

La educación federal sigue en stand by. En total son 60 las universidades nacionales del país que aguardan respuesta para lograr actualizar el presupuesto universitario. Con una inflación que escaló a casi el 60% desde diciembre hasta la actualidad, las casas de altos estudios continúan gestionándose con fondos equivalentes a los dispuestos en 2023. A un mes de la marcha en reclamo por la educación pública, el gobierno sólo atendió el reclamo de la UBA y destrabó sus fondos.

Para esta semana, Unión por la Patria había pedido una sesión especial para tratar el presupuesto universitario y la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID). El bloque no logró sesionar porque juntó menos de las tres cuartas partes de los votos.

Por su parte, la Unión Cívica Radical se adelantó y anunció que solicitó una sesión especial para el miércoles 3 de julio, para tratar estos proyectos de interés universitario.

A fines de mayo, en la jornada en la que los diputados aprobaron el inicio del tratamiento en comisiones de Presupuesto y Educación, para que emitan dictamen sobre el proyecto para las universidades, el vocero presidencial, Manuel Adorni, se adelantó por la mañana de ese día anunciando que finalmente había un acuerdo con las universidades para aumentar el presupuesto, y culminar con la discusión. Ese acuerdo nunca se efectivizó y sólo aportó desinformación