Scrum en la interna PRO: macristas y miembros del G6 se enfrentan a la resistencia de Agost Carreño y aliados

Por Carolina Biedermann

A días de conocerse el desembarco a la provincia de Darío Nieto, secretario privado de Mauricio Macri, para auditar el PRO en Córdoba, crece la calma y no hay señales de intervención. Dirigentes del partido amarillo, por fuera del G6 y del macrismo, aclaran que no hay intervención en Córdoba, mostrando señales de apoyo a Oscar Agost Carreño, quien pisa fuerte en Diputados y enfrenta a los libertarios solicitando el tratamiento en la próxima sesión de la reforma del Decreto de Necesidad y Urgencia.

El rumor de intervención del PRO de Córdoba quedó frizado, al menos por el momento y sobre la llegada de Darío “Daro” Nieto a la provincia no hubo novedades. Tal como lo adelantaron miembros del PRO Nacional, tampoco se esperaba un arribo en el corto plazo ya que la información que el auditor designado debe chequear, está disponible online: “no vemos necesario que Daro esté en el territorio. Eso nos parece demasiado invasivo”, declararon.   

Según pudo corroborar Alfil, en la Justicia Federal Electoral no hubo movimientos en materia partidaria o de solicitud de información, lo que lleva a interpretar, por parte de miembros de la asamblea partidaria, que puede haber sido una jugada del macrismo para calmar el clima local, en cuanto a los descontento con la gestión que lleva a delante Agost Carreño en partido. 

Por otra parte, el calendario aprieta. Los plazos para la renovación de autoridades en el partido se acerca y los procesos para encarar una posible elección llevan tiempo del cual el PRO ya no dispone. Todo indica que se resolverá en una mesa de diálogo o con la designación de un conductor, como parte de una medida verticalista, modo en el que funciona el partido.

En tanto, las líneas no macristas del PRO acompañan a Agost Carreño en la resistencia por su lugar y en paralelo, nuevos referentes que responden a dirigentes no cordobeses encuentran una veta en esta discusión para poner pie en la provincia y construir lo suyo.  

En cuanto a la teoría de intervención que circuló, y que fue descartada, se conoció que ese tipo de figura ponía en riesgo no solo la continuidad de Agost, sino también de todos los miembros que integran la actual comisión, entre ellos a los propios macristas. 

“La estrategia de intervenir el partido en la provincia, en este contexto, es un arma de doble filo”, reafirma un dirigente amarillo de la capital, mencionando que nunca hay que dejar de estar alerta, en política, “porque la alternativa de que el PRO se divida es una opción”, y miran con desconfianza al peronismo que acecha para captar nuevos cuadros que puedan saltar el charco.

“Macri, como fundador y conductor del partido nacional, si quiere seguir teniendo peso para negociar con Milei, no le sirve romper todo en Córdoba y que lleguemos al año que viene divididos”, agregó.    

Después del avance público de Macri contra el diputado cordobés que integra el bloque Encuentro Federal, no hubo más gestos. El expresidente pone el foco en su vínculo con el gobierno Nacional, lo necesariamente cerca como para pensar en una alianza y en lo precisamente lejos, para desmarcarse ante una situación complicada.

Allegados a Agost Carreño, el diputado que se sostiene en el bloque que lidera Miguel Pichetto e integran los peronistas de Llaryora y Schiaretti, toman el mensaje de Nieto como un movimiento, sin impacto, pero sí como una alerta de una posible jugada del PRO Nacional, que pueda tomar definiciones.