Gabriel Ábalos

Las emociones esperan en diversos formatos, ya se trate de imágenes proyectadas en movimiento, o de palabras que ofician el mundo, elevadas de la página a la voz.

Expresiones sonoras, corporales y dramáticas ponen su sello en la jornada de hoy y la de mañana, en diversos espacios donde pueden respirar próximas a la audiencia.

El jueves transcurre impasible su pos feriado, aproximándose al fin de una semana que puso a los trabajadores al medio del cuadro.

La pantalla iluminada se proyecta sobre este día previo a un feriado no laborable, pero de laburantes. Toda tarde saldrá bien si la película es buena.

El disfrute intelectual y la búsqueda de ocasiones festivas son parte de un continuo que la agenda se complace en resaltar.

El día huye hacia adelante y nos anticipamos a precisar en su trayecto algunas horas y lugares de referencia.

Una tarde en que las fotografías sobresalen y el cine aporta elementos para armar imaginarios colectivos o individuales. Eso, y otros momentos, tejen este martes.

Un pasaje por subtítulos para mirar por la ventanilla de la agenda de este viernes y el sábado, con evidentes señales de espiar por debajo de la venda.

El cine, el teatro, la música, de nuevo el teatro y el cine, pasan ante nosotros exhibiendo su inagotable carga de historias y emociones, invitándonos a vibrar.

Abren muestras de arte informalista, con foco en Antoni Tàpies, mientras giran las agujas del reloj para que el teatro independiente salga a escena.

Orquesta y voces, cuentos trilingües, un paseo entre instalaciones de artes, reflexiones matinales sobre cine, comedia negra y simples canciones. Todo fluye sobre el relieve del día.

Películas que lanzan guiños promisorios, libros presentados en tres espacios y músicas de cámara y de corte popular que lanzan sus notas, son parte de una tarde por descubrir.