Cultura Por: Víctor Ramés 08 de mayo de 2024

Caras y caretas cordobesas

¿Cómo surgieron las ideas asociacionistas femeninas sudamericanas? Se reúnen datos para una mirada contextual en los países vecinos de la región, antes de proseguir con la historia de “Entre Nous” en Córdoba.

Caras y Caretas: Fotos de "Entre Nous" en Rosario y en Montevideo, 1915.

Por Víctor Ramés

cordobers@gmail.com



La Sociedad de Mujeres “Entre Nous” (Segunda parte)

Las sociedades de damas que florecieron en Sudamérica de comienzos al primer cuarto del siglo veinte se inspiraron en ideas y en nuevas prácticas femeninas desarrolladas sobre todo en París, donde desde fines del diecinueve se abrieron salones literarios y las mujeres ávidas de cultura y conocimiento, las de las clases altas, se abrazaron a la lectura, a las artes, a la filosofía y a la discusión, con decidido impacto en las mentalidades. Es de interés trazar un panorama de lo ocurrido en los países vecinos de la región, cuyas iniciativas fueron anteriores o contemporáneas a las asociaciones argentinas. En orden cronológico, hay que comenzar por la creación de la Sociedad de Señoritas Entre Nous en Montevideo en 1907. Su primera presidenta fue Rosa Guerra Stewart. El periódico El Siglo retrata, ese año “una interesante reunión que tuvo lugar ayer de 1 a 5 de la tarde en la Sociedad Entre Nous, con motivo de ser el día que dedican a la costura para los pobres”. Una de las integrantes de la sociedad sería Josefina Lerena Acevedo, más tarde escritora, ensayista y periodista, quien había respirado en París, adonde viajó junto a su familia, el encanto, la elegancia y las conquistas culturales de las mujeres en la Ciudad Luz. A poco de regresar a Montevideo, otra inquieta joven, Juanita Ramírez, la invitó a unirse al proyecto de la Sociedad Entre Nous, donde Josefina pasó a ser la Secretaria de Actas. En dicha sociedad no se permitía el ingreso de hombres, refiere María Carolina Blixen en su ensayo El pecado de la lectura, dedicado a Lerena Acevedo: “las mujeres bordaban, hacían caridad, programaban reuniones sociales. Todo eso era lo que se esperaba de ellas, pero también descubrían que podían valerse por sí mismas, que podían pensar y actuar en forma independiente, que podían ver a los hombres desde fuera y juzgarlos.” Además de las reuniones semanales dedicadas a coser para los pobres, Entre Nous organizaba en Uruguay la distribución de los premios a la Virtud, según se lee en el diario El Siglo del domingo 6 de junio de 1909. El mismo periódico, el 5 de noviembre de ese año, informaba sobre la organización de una fiesta femenina de la primavera, un “pic-nic a celebrarse en la quinta de la familia de Morales en el Puente de las Duranas, y cuyo producto se destinará a la beneficencia”. 

La Asociación Entre Nous del Perú nació en 1911. Su fundadora fue Francisca Benavides Diez Canseco, a su regreso de Francia donde permaneció varios años junto a su padre. Al volver, Paquita Benavides pudo constatar “el estado de modorra en que se acomodaba un sector de la sociedad limeña”, como indica el autor peruano Roberto Cores en un artículo de El Expreso dedicado a la Sociedad Entre Nous, y en 1911 decidió comunicar a sus conocidas la idea de fundar una asociación. Esto se concretó aquel año, en un acto realizado en el Casino de Chorrillos, un balneario próximo a la ciudad de Lima de gran atractivo para la aristocracia limeña. Uno de los primeros pasos fue crear una biblioteca: “La biblioteca de Entre Nous nació rompiendo esquemas de arcaicos pensamientos que consideraban un atrevimiento que una mujer pudiera querer y tener una biblioteca para su propio uso.” En el mismo sentido habían actuado las mujeres montevideanas, que lograron reunir volúmenes en donación para crear la biblioteca de su asociación al poco tiempo de fundada.
Una iniciativa que caracterizó la orientación cultural las mujeres peruanas de Entre Nous fue la organización de un concurso literario en el que resultó premiado un cuento de César Vallejo, Mas allá de la vida y de la muerte. Fue gracias al importe de ese premio que el poeta pudo publicar, en 1922, su segundo y fundamental libro de versos, Trilce.

Por su parte, llama la atención una caracterización de 1917 por Inés Echeverría Bello, escritora, ensayista y periodista chilena de gran prestigio en la época, sobre la situación de las mujeres de la oligarquía en su país: "A nuestra mayor sorpresa, ha aparecido una clase media que no sabíamos cuándo había nacido, con mujeres perfectamente educadas, con títulos profesionales y pedagógicos, mientras nosotros apenas sabíamos los misterios del rosario. Entonces sentimos el terror de que, si la ignorancia de nuestra clase se mantenía dos generaciones más, nuestros nietos caerían al pueblo y viceversa." Esta mirada arroja luz sobre el afán de las mujeres por cultivarse, a la vez desarrollando la tradición femenina hecha carne en su clase social, la caridad hacia los pobres. Las primeras señales de esa tendencia fueron la creación en 1915 del Círculo de Lectura de Señoras fundado por Delia Matte de Izquierdo, y del Club de Señoras dirigido por Luisa Lynch de Gormaz, quien definía sus fines como altruistas, por encima de todo. Se lee en Memoria Chilena -página de la Biblioteca Nacional de Chile, que “su fundadora, junto a un grupo de señoras distinguidas, instaló un centro de reunión culto, agradable y útil para reemplazar las tertulias sociales que experimentaban un declive. Inspirado por iniciativas similares de mujeres en el extranjero, como Les Dames de France, la Escuela Profesional de Mujeres de Argentina, Entre nous en Uruguay y los clubes de mujeres de Estados Unidos, el club local fue concebido como un círculo de fomento a la educación y la cultura de las mujeres de élite.”

El panorama referido confirma la incidencia europea y la tendencia internacional que tomaba forma, en tanto gesto modernizador y feminista, en Sudamérica. La revista argentina Caras y Caretas, por su parte, reflejaba cada tanto, en la segunda década del siglo veinte, noticias referidas a la asociación uruguaya, y a las argentinas que actuaban en Buenos Aires y en Rosario, organizando similares actividades culturales y benéficas. En la siguiente nota se retomarán noticias de actividades específicas encaradas por las mujeres cordobesas de la sociedad Entre Nous.