El intendente no muestra signos de relajación, pese a la llegada de una semana festiva para la ciudad y la posibilidad de anuncios de la agenda positiva. Días de mucho trabajo para el oficialismo con el Presupuesto 2026 avanzando en simultáneo con el tema fuerte de la higiene urbana.
Río Cuarto10 de noviembre de 2025
Gabriel Marclé
Por Gabriel Marclé
De los últimos aniversarios de Río Cuarto, este es probablemente el más atravesado por temas de peso en la agenda política local. El intendente Guillermo de Rivas será uno de los protagonistas del cumpleaños número 239 de la ciudad, aunque no precisamente por la algarabía de los festejos. Su gestión se juega buena parte del capital político en la resolución de dos asuntos decisivos: el Presupuesto 2026 y, especialmente, el futuro del servicio de Higiene Urbana, cuestiones que marcarán las que podrían ser las semanas más determinantes de su gestión.
En los últimos días, el Gobierno municipal presentó una amplia grilla de actividades por los festejos del Imperio que se extenderán durante todo el mes. Sin embargo, la fuerza de esos anuncios quedó opacada por el impacto que generó la presentación del pliego licitatorio para el nuevo servicio de higiene urbana. Se trata del tema más picante del año, el que marcará el cierre de 2025 y podría aumentar la tensión con los bloques opositores, que desde hace tiempo se preparan para dar pelea en este debate.
Para garantizar la continuidad del servicio, el Municipio anunció una tercera prórroga hasta el 31 de diciembre de 2025. Aun así, la oposición cuestionó los tiempos y la falta de participación ciudadana en la elaboración del nuevo esquema. Tanto Primero Río Cuarto como La Fuerza del Imperio del Sur reclamaron que el pliego y la prórroga se traten en expedientes separados y advirtieron sobre posibles irregularidades jurídicas, al tiempo que propusieron convocar a una audiencia pública para discutir el futuro del sistema de residuos urbanos. Por esa razón, la paz de fin de año no está asegurada en el Mojica.
El otro frente abierto es el Presupuesto 2026, que esta semana comenzará a ser analizado en comisión. Allí se discutirá si el proyecto enviado por De Rivas y defendido por el secretario de Economía, Pablo Antonetti, es lo suficientemente sólido como para avanzar con un tratamiento dinámico y en los plazos que el Ejecutivo pretende. Uno de los pedidos del intendente apunta a lograr el mayor consenso posible, aunque cuenta con los votos propios necesarios para aprobarlo.
Conseguir apoyo opositor ha sido una de las misiones más difíciles de la era De Rivas. Si bien en 2024 logró cierta tregua política, este año enfrenta a una oposición más combativa. El bloque Primero Río Cuarto advirtió que el Presupuesto 2026 contempla aumentos en las tasas muy por encima de lo informado por el Ejecutivo: la tasa Inmobiliaria subiría en promedio un 72%, el EMUIC cloaca un 98% y el tributo de Comercio e Industria hasta un 50% para grandes superficies.
El presidente del bloque, Gabriel Abrile, sostuvo que los incrementos “no se corresponden con una mejora en la prestación de los servicios”, sino que “buscan cubrir el déficit económico que mantiene la Municipalidad mes a mes”. También advirtió sobre un incremento en la deuda pública municipal, al considerar que el Ejecutivo “intenta compensar el desequilibrio financiero con mayor endeudamiento y presión tributaria”.
Así empieza a delinearse la estrategia de la primera minoría, que busca combinar el perfil clásico del radicalismo opositor con un discurso más cercano a las ideas libertarias. En ese cruce ideológico se moverá el frente que pretende tensionar el mes aniversario junto a algunas voces del nazarismo, pese a que en ese sector ya se ha visto cierta cercanía con un oficialismo que cuenta con esos votos a favor.
De Rivas vivirá este aniversario de manera muy distinta al del año pasado, cuando la institucionalidad y el vínculo con la oposición parecían asegurados. Por entonces, el intendente recién asumido mostraba una relación más distendida con los espacios que le habían disputado el poder, apoyado en una batería de anuncios y logros que generaban expectativas de gestión. Pero las crisis en materia de seguridad y la situación económica del municipio fueron desgastando esa imagen, abriendo flancos que la oposición aprovechó para disputar la narrativa política.
De Rivas llega al aniversario de la ciudad en modo gestión, pero con la oposición calibrando su rol de cara al 2026. Y, tras un año complejo, todo indica que el intendente enfocará sus energías en resolver los frentes políticos abiertos antes que en la celebración. De todos modos, el noviembre de debate y tensión intentará cerrarse con algún anuncio o resultado de gestión que le permita al Ejecutivo recuperar aire y proyectar un cierre de año más favorable.
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Con apoyo opositor, el oficialismo se encamina hacia la aprobación del proyecto con el que Guillermo De Rivas busca relanzar el sistema urbano. Hubo críticas y matices en la oposición, pero la segunda lectura no está en riesgo. El nuevo esquema, diseñado junto a la UTN, podría comenzar a funcionar en febrero.
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