Pretensiones y posibilidades del los libertarios cordobeses

Con Bornoroni en una silla del directorio de YPF y Marcelo Angeli en un asiento de la Secretaría de Agricultura, Gustavo Manno aterrizaría en Diputados; pero las sospechas que giran en torno a Unión Celeste y Blanco trabarían esos enroques. Para las delegaciones, se impondría el criterio jerárquico sobre el político.

Provincial28 de noviembre de 2023Felipe OsmanFelipe Osman
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Por Felipe Osman

Mientras las novedades que día a día llegan desde Buenos Aires hablan de un avance del PRO (y del schiarettismo) sobre el gabinete que perfila Javier Milei, quienes integran la estructura partidaria primigenia de La Libertad Avanza empiezan a sospechar que los últimos no serán los primeros.

Por eso, se multiplican las llamadas a Capital Federal y, en paralelo, las versiones sobre cuál sería el destino deseado por cada jugador y las chances de alcanzarlo.

Tamizadas, lo que queda es que el pack de diputados nacionales electos por Córdoba podría sufrir alguna modificación hasta el 10 de diciembre.

Los enroques con los que especulan los libertarios empezarían con Gabriel Bornoroni. El presidente de Federación de Expendedores de Combustibles y Afines se alejaría de la Cámara Baja con rumbo a algún asiento en el directorio de YPF, abriendo un lugar al siguiente de la lista: Marcelo Angeli.

Angeli es productor agropecuario, entró a las filas de La Libertad Avanza cuando el partido al que pertenece, Unión Celeste y Blanco, se sumó a la alianza que ya integraban el Partido Demócrata y el MID, y tendría como objetivo un lugar en la Secretaría de Agricultura de la Nación. De concretarse, esto volvería a dejar vacante la segunda banca libertaria de Córdoba, que por equidad de género debe ocupar un hombre, y allanaría el camino de Gustavo Manno a Diputados.

Manno integra, al igual que Ibáñez, el MID. Y su campo de acción está en el sur provincial, fundamentalmente en el departamento Río Cuarto, donde trabajó para afinar la fiscalización de La Libertad Avanza en los últimos meses.

Si todos estos cruces se dieran, el “bloque” de libertarios cordobeses en la Cámara de Diputados quedaría integrado por María Celeste Ponce (líder de la agrupación Pumas Libertarios), Gustavo Manno y Cecilia Ibáñez; ambos del MID. Pero hay un problema.

La Mesa Nacional de La Libertad Avanza todavía resiente el desplante que ocho de sus diputados bonaerenses hicieron tras el Pacto de Acassuso, rechazando el pacto que el Milei selló con Mauricio Macri y Patricia Bullrich inmediatamente después de las Generales.

Entre los sublevados, había integrantes de Unión Celeste y Blanco, el partido al que pertenece Angeli. Y ese antecedente preocupa a los armadores de LLA, que se inclinarían por no sacar a Bornoroni de la Cámara para evitar así debilitar la disciplina con que Milei necesita le respondan los propios.

Un observador del tablero libertario lo describió más coloquialmente: “No podemos negociar votos con los propios. Si pasa eso, cada voto que necesitemos de un extra-partidario nos va a costar el doble”.

Fuera de las rotaciones que pudieran alterar el pack de diputados cordobeses de Milei, otro punto de tensión –quizá, el mayor- lo plantean las decenas de reparticiones y delegaciones nacionales con asiento en la provincia.

Desde hace más de dos meses, cuando ni siquiera se habían disputado las Generales, ya giraban en los grupos libertarios listados de puestos “a repartir”. Tras el golpe de realidad que impartió el desembarco de Macri en el esquema libertario, esas ilusiones son menos audaces. Y, en cualquier caso, están ahora orientadas por una máxima de lo más razonable: el criterio que ordenará será jerárquico, no político.

En palabras más llanas, quien quede al frente de un ministerio, ente autárquico o empresa estatal nacional será quien defina la cabeza de las delegaciones en el interior. Es de una sensatez meridiana. En un Gobierno al que le falta respaldo político y que se propone avanzar en profundas reformas del Estado, no hay espacio para diferencias de criterio ni falta de coordinación: se necesita verticalidad.

De momento, los armadores nacionales de Milei no se proponen repartir cargos para satisfacer compromisos políticos asumidos por los partidos y agrupaciones que lo respaldaron, sino que pedirán que éstos les envíen un punteo con nombres de hombres y mujeres capacitados para conducir las diferentes áreas, oficinas y delegaciones vacantes, y en base a eso completarán los organigramas que no hayan quedado bajo dominio del PRO.

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