El misterio de Abrile y la “cancha embarrada” del radicalismo

Por Gabriel Marclé

El año avanza rumbo a la inminente definición del cronograma electoral riocuartense y, contrario al cada vez más corto plazo hasta las urnas, todas las preguntas que circulaban por la comunidad política desde fines del año pasado siguen sin respuesta. La fecha de las urnas no ha sido anunciada, el peronismo sigue sin candidato firme y el radicalismo, aunque con Gonzalo Parodi en carrera desde septiembre pasado, sostiene la incertidumbre de los acuerdos pendientes. Aunque la “novela” del PJ suele llevarse todos los flashes, la atractiva película de suspenso del armado opositor también genera buenos índices de atención. De hecho, hay un protagonista que sigue encabezando los charts de las “revistas del corazón” de la rosca municipal. Se trata del “soltero codiciado”, Gabriel Abrile, alguien que todavía no ha definido su lugar en la película y sobre quien sobrevuela un halo de misterio cada vez más grande.

En diciembre, Alfil relataba que el médico y ex candidato a intendente se preparaba para acoplarse a la estrategia de Parodi, cumpliendo con la promesa de trabajar por el proyecto electoral del radicalismo pese a la derrota en la interna. No pasó más de un mes hasta que, las mismas fuentes que confirmaban aquello, ahora hablaban de una “negociación pausada”. Termina febrero y la pausa habría pasado a una nueva categoría, con charlas enfriadas y hasta un silencio de radio del lado abrilista. Resulta difícil predecir cuál será el próximo capítulo de esto, pero varios dirigentes de la primera línea opositora coinciden en que la situación se ha complicado por demás. “La cancha está muy embarrada”, comentaba una fuente radical.

Tal vez la novedad más importante de estos días tenga que ver con la rumoreada incomunicación entre el sector que acompaña a Gabriel Abrile y los encargados de comandar la estrategia opositora. No solo eso, sino que todas las versiones que aparecen sobre los movimientos del médico lo ubican fuera del armado que apuntala el radicalismo. Encuestas entre candidatos libertarios, acercamientos al peronismo, entre otras historias que suenan en los pasillos de la política local, todos aportan al “barro” advertido por una parte de la dirigencia. 

Como si fuera poco, aparecen testimonios como el del abogado radical Ignacio Fernández Sardina, negando una definición que surgió desde el propio radicalismo y que citaban el Código Electoral local para asegurar que Abrile no podía competir por haber perdido la interna. En declaraciones a Radio Gospel, el letrado en cuestión aseguró que la Junta Electoral no daría lugar a esa prohibición, confiando en que una eventual candidatura del médico por fuera del radicalismo sería avalada.

En los sectores que buscan la unidad radical para competir con chances en el cabeza a cabeza contra el oficialismo ya alientan las teorías que son moneda corriente en tiempos electorales. “Nos están operando”, menciona un alto dirigente del centenario partido en la ciudad, apuntando en concreto a sectores del PJ que buscan generar confusión entre sus rivales como parte de su estrategia. Nada nuevo bajo el sol.

Lo cierto es que, más allá de las elucubraciones que puedan surgir, la realidad marca que, a pocos días del verdadero inicio de la campaña por la intendencia, las respuestas escasean en la incógnita sobre el lugar de Abrile. El médico parece abocado a su profesión y hace tiempo no brinda declaraciones periodísticas -aunque afirman que podrían llegar dentro de poco. Por otro lado, los voceros de su espacio tampoco brindan precisiones y hasta se manejan con el mismo nivel de misterio que el dirigente radical. 

Sin embargo, una de las definiciones a las que pudo acceder Alfil marcan que el doctor sigue muy activo y pendiente del momento justo para entrar en juego. “Es uno de los dirigentes con mayor intención de voto”, señalan desde el abrilismo, aún sin dar precisiones sobre la forma en la que esto ocurrirá. Eso sí, deslizan que todavía no está definido dónde lo hará. Esto sin dudas deja abierta la puerta de una campaña por fuera de Parodi. Esto se habría discutido durante un encuentro que tuvo lugar el pasado domingo.

Por el lado de Evolución Radical, el mensaje sigue siendo el mismo desde diciembre. “Gabriel (Abrile) va a trabajar con nosotros. Estamos seguros de eso”, afirman. Pese a las versiones y el “barro”, los de Parodi intentan bajarle el precio al ruido de quiebre y sostienen que el circulo cerrará una vez que Juan Manuel Llamosas fije la fecha de las urnas, cuestión que estaría próxima a confirmarse. El misterio de Abrile y la “cancha embarrada” no son motivo de nervios para el frente que construye Parodi. Sin embargo, es notorio que mientras más se estira el comienzo de la campaña, más dudas aparecen. “Reconocemos que es necesario empezar a jugar fuerte”, dicen.