Cuenta regresiva para anuncio de fecha (los reflectores en PJ)

Por Julieta Fernández

Tal como Alfil lo anticipó a fines de febrero, la fecha electoral podría tener lugar el 16 o 23 de junio. Tal como está establecido en la Carta Orgánica, el intendente debiera efectuar el llamado a elecciones al menos con 90 días de antelación. Esta semana, aunque sin novedades al respecto, se advirtieron acciones de los aspirantes a la intendencia que tratan de no bajar la guardia. Un ejemplo fue Guillermo De Rivas protagonizando la mayor parte de la agenda de la gestión y en la mayoría de los casos, sin Llamosas a su lado, como si se buscara mostrarlo como el “sucesor natural” del mandatario municipal. 

Sin dudas, la atención está puesta en dos aspectos fuertes: la fecha y el candidato o candidata de Hacemos Unidos. Por la fecha, ahora hay menos margen de incertidumbre, ya que es un hecho que tendrán lugar en las últimas semanas de la gestión Llamosas. Algo similar a lo que ocurrió en la segunda gestión de Juan Jure, quien convocó a elecciones para el 12 de junio del 2016 -fecha que marcó al PJ local por haber logrado recuperar la Municipalidad luego de varias gestiones radicales-. 

El escenario electoral actual es el resultado de una serie de factores. Por un lado, un fenómeno que se ha advertido en los últimos años y es el hecho de llevar adelante “campañas cortas” bajo la premisa de que hay un elevado nivel de apatía por parte de los ciudadanos en relación a los procesos electorales. Por otro lado, la posibilidad de ganar algo de tiempo para que el candidato del llamosismo (Guillermo De Rivas) cuente con más tiempo para instalar su imagen.

Otro factor importante es el contexto económico actual. La elección en la Capital Alterna habitualmente se realiza al año siguiente de los procesos electorales presidenciales y fue pensada de este modo para evitar que “se contamine” de las repercusiones en torno a los comicios presidenciales o provinciales. Aún así, el contexto actual no resulta el más propicio para los dirigentes, por lo que la elección municipal tendrá lugar en lo que posiblemente sea uno de los meses más complicados en materia económica, tras “tarifazos” en los servicios y los efectos de las medidas de ajuste adoptadas por el gobierno de Javier Milei. 

Todas estas cuestiones coyunturales llevan también a reflotar algunas críticas que radicales como Gabriel Abrile le hicieron a la UCR local cuando se acordó llevar adelante una elección interna en septiembre del 2023. El ex candidato a intendente manifestó en varias oportunidades que lo ideal sería esperar a las elecciones presidenciales para llevar adelante la interna -posiblemente en diciembre, ya que en octubre y noviembre hubo elecciones generales y ballotage respectivamente-. Lo cierto es que también se barajaba la posibilidad de que Llamosas convocara a elecciones para marzo de este año, lo que no le hubiese dado mucho margen a Gonzalo Parodi para instalarse si la interna se realizaba en diciembre. 

No obstante, el mismo argumento que se utilizó para plantear las elecciones desdobladas en la Capital Alterna aplicaría en el caso de quienes estuvieron de acuerdo con realizar la interna radical en septiembre pasado (instancia que además tuvo un récord de participación de más de 14.000 personas): la premisa de que “el riocuartense sabe bien lo que vota y no se puede extrapolar el escenario nacional al ámbito local”. 

De todos modos, es inevitable que el escenario nacional incida en el armado local de Juntos por el Cambio. Tal como indicó Alfil en ediciones anteriores, la ubicación de Patricia Bullrich dentro del gobierno de Javier Milei podría incidir en el cierre (o no) de un acuerdo de esa ala del PRO con Gonzalo Parodi. Aunque resaltan que hay un buen vínculo entre la dirigencia bullrichista local y la UCR Evolución, también remarcan que responden a Bullrich y no descartarían participar en un esquema junto a La Libertad Avanza, replicando algo similar a la alianza de su líder.