De Rivas, manos a la obra (pública): inicia su era cerrando pendientes

Por Gabriel Marclé

Mientras se cumplen dos semanas desde la asunción de Guillermo De Rivas como intendente, la agenda de promesas de campaña por cumplir avanza en el rumbo de la obra pública. Más allá de que el eje seguridad se impuso en el neófito frente de gestión, la Municipalidad no deja de lado lo que fue el mayor fuerte de la gestión peronista que Juan Manuel Llamosas comandó desde 2016. De hecho, parte de lo hecho en esos ocho años ha moldeado el plan derivista de infraestructura: avanzarán con las obras de sello propio, no sin antes finalizar los pendientes que dejó el Gobierno llamosista. A eso, también se suman otras deudas: el acuerdo del pliego licitatorio para el servicio de recolección de residuos y mantenimiento de luminarias.

El De Rivas en campaña prometió enfocarse desde el día 1 de su gestión en las tareas de prevención y lucha contra la inseguridad, cuestión visible en la notoria presencia de Guardia Local y Policía de Córdoba que se acentuó en la última semana -aunque pendiente de confirmarse como una política duradera por fuera del “momentum” inicial de la nueva gestión. Pero el arranque fuerte de esta nueva era no sería posible sin los kilos de pavimento ni los metros de tierra necesarios para cumplir los compromisos que -según las mediciones- fueron claves para ganarse la confianza del votante de la clase media trabajadora.

Los anuncios en campaña se enfocaron principalmente en tres ejes. El primero de ellos fue el pavimento, por el cual De Rivas planificó concretar 500 cuadras de pavimento en cuatro años, cuestión que su antecesor cumplió en ocho. A eso le agregó 500 cuadras de cordón cuneta. Por esta razón, el secretario de Obras y Servicios Públicos, Martín Cantoro (el mismo de la era Llamosas), ya anunció que se avanza en la confección de los pliegos para el llamado a licitación para estas obras de presupuestos millonarios que la gestión De Rivas quiere concretar -en lo posible- con fondos propios.

También se presta mucha atención -los gremios en particular- con la promesa de avanzar en la construcción de viviendas. Si bien el intendente no habló de invertir en casas, sí garantizó la puesta en marcha de un plan de 1000 terrenos para trabajadores y trabajadoras. Cantoro anunció también que ya se está trabajando en la conformación de los primeros 300 lotes de ese programa, cuestión para la que también será necesaria una erogación presupuestaria grande.

La obra que más promete en cuanto al sello propio de Guillermo De Rivas tiene que ver con el Parque Alberdi, esa que promete ser ícono del programa inicial del nuevo Gobierno. Una vez más, presupuestos grandes, aunque con el compromiso del Gobierno provincial para ayudar de la manera en la que se avanzó con el Parque Sur que se inauguró este año. El pulmón verde en Alberdi configura uno de los proyectos más “largo plazo”, pero ya se está empezando a cocinar.

Los pendientes

“No hay una nueva agenda, sino la continuidad de la que venimos llevando con varias incorporaciones”, le respondieron a Alfil desde el entorno del intendente respecto a los primeros pasos del plan. Es decir, antes de incorporar pasos, se deben finalizar con los que ya están en marcha. En ese marco, se mencionan los desarrollos en cordón cuneta, la última etapa de refuncionalización del Centro de Salud y el Polo Científico Tecnológico, todas obras que heredó y que -con una mano del Panal- continuará para darle fin al programa anterior.

A esas cuestiones, el intendente ya tiene en plan retomar dos experiencias fallidas -si se las puede definir de esa manera- de la gestión Llamosas. Se trata de la pavimentación de calle Fangio, en cercanías del Autódromo, y la intervención general de calle Reforma Universitaria. Esta última fue considerada como uno de los grandes pendientes del segundo mandato llamosista, con una convocatoria a licitación que se cayó el año pasado producto de un desajuste presupuestario: dos empresas ofertaron, pero con montos que excedieron por mucho el presupuesto inicial. Una vez arregladas algunas cuestiones y con el presupuesto sobre la mesa, el Ejecutivo derivista planea un round 2 contra la realidad económica para concretar lo que se venía prometiendo como un hito en infraestructura vial para la conexión entre la ciudad y la Universidad Nacional de Río Cuarto.

Pero los desafíos heredados también incluyen la cuestión de los servicios, cuestión que ahora entró en área de dominio para Martín Cantoro. Los pliegos del servicio de recolección (hoy con COTRECTO al frente) y también el de mantenimiento de luminarias (de AUTOTROL). Según los contratos iniciados en 2017, para el 2023 ya debía tenerse listo un nuevo pliego, pero el Concejo Deliberante aprobó una prórroga de dos años. Es decir, para 2025, De Rivas asumirá la tarea de encabezar la segunda licitación de servicio de recolección en la historia. 

Aunque todavía quede tiempo hasta la fecha límite, el intendente ya está mirando de reojo todo lo que atañe al trabajo por la reorganización un servicio que lo tendrá dialogando con los privados, pero también con el SURRBAC. Antes de eso, estará abocado en los cambios en el servicio de transporte, cuestión que también llevará al debate sobre el servicio vigente, renovado por Llamosas en 2022 y que fue sometido a cuestionamientos del propio De Rivas.