Libertarios y juecistas capitalizan el trance del PJ

Atentos a las dificultades que atraviesa el oficialismo, los libertarios aprovechan la oportunidad para penetrar en el territorio, y el Frente Cívico apuesta a revitalizar sus estructuras. La UCR, que todavía se lame las heridas que dejó la interna y que tiene a su candidato enfocado en la cuestión nacional, no.

Provincial05 de septiembre de 2024Felipe OsmanFelipe Osman
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Por Felipe Osman

La seguidilla de golpes sufrida durante los últimos días ha puesto al oficialismo, si no en retroceso, al menos a recalcular su situación. El caricaturesco affaire del ‘Puma’ Kraismann, y la mucho más dramática trama policial expuesta por el fiscal Enrique Gavier -que desencadenó la detención de integrantes de la cúpula de la fuerza-, son los últimos (no los únicos) puntos de una secuencia sumamente adversa para Hacemos Unidos.

La renovación, que muchos creyeron perfeccionada con el relevo del ex gobernador, parece lejos de terminar, y sigue drenando hacia las capas inferiores del oficialismo, con todos los espasmos y convulsiones que supone un reacomodamiento completo, en todos los espacios de poder.

Y en ese marco, la oposición actúa con mayor y menor pericia.

Desde la llegada de Milei a la Presidencia, los libertarios han priorizado, a la hora de orientar sus esfuerzos, tenderse zancadillas los unos a los otros para monopolizar el favor presidencial. Y tal es el reflejo que devuelve la situación del oficialismo nacional en las cámaras legislativas. Sin embargo, a nivel local, ya empiezan a verse esfuerzos más concretos de los distintos espacios en que se subdivide La Libertad Avanza para densificar su estructura y ganar músculo territorial, pensando en las elecciones de 2025.

Hoy, los principales esfuerzos en ese sentido vienen de Gabriel Bornoroni y Verónica Sikora. Desde luego, hay otros actores del espectro liberal-libertario, como el legislador y fundador del PL cordobés, Agustín Spaccesi, que también trabajan para potenciar sus estructuras. Pero, al menos momentáneamente, no tienen juego asignado por la conducción nacional del espacio.

Bornoroni y Sikora, en cambio, operan bajo el paraguas del Gobierno Nacional, aunque se mueven en paralelo.

El titular del bloque oficialista en la Cámara Baja es el gerente designado por Martín Menem y Karina Milei para consolidar La Libertad Avanza como partido en Córdoba, y en ese tren organizó, semanas atrás, el primer “Encuentro de Dirigentes” de LLA en la provincia, con la presencia del presidente de Diputados. La asistencia no fue la que podría esperarse de un espacio que acaba de ascender al poder (léase, tiene mucho por repartir) y cuyo líder tiene un amplio respaldo de la sociedad, pero aún así, el trabajo territorial empieza a esbozarse. Su próxima parada será a fin de mes en la localidad de Montecristo.

Sikora, por su lado, se mueve intensamente en la capital. Viene de organizar una concurrida celebración por el Día del Niño en la seccional 14, un encuentro de jóvenes en las inmediaciones de Ciudad Universitaria y ya tiene en agenda un Congreso de Jóvenes Libertarios.

Ambos han subido el tono de sus cuestionamientos al oficialismo provincial y apuestan a juntar militancia mientras el peronismo aparece avasallado por la agenda.

El Frente Cívico, desde su rincón, hace lo propio. Da preeminencia a la comunicación vía redes sociales y asesta sus principales críticas al oficialismo desde el Concejo Deliberante, a la vez que acompaña la estrategia de la UCR en la Unicameral. Y, en paralelo, vuelve a moverse en el territorio, concentrando sus mayores esfuerzos en la capital, donde viene de realizar un plenario a comienzos del mes pasado y permanece atento a los centros vecinales.

Al otro costado, con menos capacidad de reacción aparece el radicalismo, que viene de pasar meses encerrado en una interna que, trascartón, ha dejado a gran parte del partido disconforme. 

Hoy, los propios dirigentes radicales admiten que el centenario partido está muy descoordinado en las seccionales y que no será fácil ponerlo en marcha. Pero además de eso, la UCR tiene otro problema: su candidato estrella, Rodrigo De Loredo, luce mucho más atento al relevante papel que juega en la Cámara de Diputados, presidiendo el bloque boina blanca. Labor que le deja poco tiempo para potenciar su presencia en la capital y el interior.

     

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