PJ y UCR afrontan desafío de construir candidatos para el 2025

Por Gabriel Marclé

Los tiempos vertiginosos de la política en la actualidad provocan la concatenación de una rosca atrás de otra. Es por eso que Río Cuarto no ha tenido tiempo de descansar entre las elecciones del 2023 y las municipales de este año, pero tampoco tiene pensado tomarse unos meses de descanso porque ya están en marcha los armados en vistas de las elecciones de medio término del 2025. El Imperio y sus alrededores quieren tomar parte de la competencia, principalmente desde el peronismo y el radicalismo, con algunos nombres propios que vienen asomando desde hace tiempo, todo guiado por el interés de ingresar al Congreso y atravesados por una problemática que puede transformarse en oportunidad: la profunda crisis de representación.

En el escenario actual, resulta difícil pensar en que la capital alterna provincial y la región sur de la provincia tengan preponderancia en las decisiones que se tomarán desde las cabezas de cada proyecto. En el Partido Cordobés de Martín Llaryora, son muchos los nombres que miden y pocos los que provienen del sur. En la UCR predominante de la alianza opositora provincial, siempre terminan imponiéndose las mesas capitalinas que vienen excluyendo a la región desde hace tiempo. Ni hablar de las altas chances de libertarios impulsados por Javier Milei en Córdoba. Pero esta desventaja notoria no aplaca -al menos hasta ahora- la expectativa de los por hacerse lugar entre las nueve bancas cordobesas que se renuevan en Diputados.

Tomando el caso del oficialismo cordobés y la actual representación del riocuartense Carlos Gutiérrez (con mandato hasta el 2027), las chances de que el Partido Cordobés ponga a otro de la región en la Cámara Baja pueden parecer bajas. Sin embargo, examinando los últimos movimientos que se observan en Hacemos Unidos para el sur provincial, pueden encontrarse pistas de un prospecto de candidatura. Es que apareció la versión de que el armado del Gobernador Martín Llaryora con la incorporación al gabinete del ex intendente del Imperio, Juan Manuel Llamosas, respondía al interés por construir un territorio competitivo con miras al 2025.

“Quiere que Llamosas sea para él lo que Gutiérrez fue para (Juan) Schiaretti”, le comentaba a Alfil un dirigente del Partido Cordobés en la región. Puede ser que el actual Asesor en los departamentos del Sur esté construyendo su camino al Congreso como representante del interior productivo, tal como lo hiciera el actual diputado riocuartense en los tiempos schiarettistas. 

Aunque pueda parecer demasiado pronto para darle vuelo a esta versión, los últimos movimientos del funcionario presentan rasgos de la programática de candidatura. Aún así, para una parte -importante- del armado llaryorista esto puede parecer un tiro largo y difícil de cumplir: en Capital hay nombres con mayor peso y el riocuartense ni siquiera pudo adaptarse al perfil necesario para que el gobernador lo considere como líder en la Unicameral, cargo por el que fue electo el año pasado.

Para los radicales riocuartenses y sureños la cosa tampoco viene fácil -como ya es costumbre. Aunque el ímpetu se renueva en cada campaña por bancas nacionales, los últimos resultados no han sido lo positivos que se necesitan para pelearle una oportunidad a los popes. Se habla de la posibilidad de que Gonzalo Parodi sea el hombre para competir en 2025 -como representante de Evolución Radical. Entre los que impulsan esta iniciativa, destacan que fue el último candidato a intendente del Imperio, pero esta es un arma de doble filo: aunque podría facilitar su instalación entre electores, su performance en las urnas del 29 de junio pasado fue la peor de un radical en las municipales del ’83 a la fecha. Sin embargo, sus chances de construirse como opción todavía están en marcha, mientras la UCR se acerca a una renovación dirigencial con Marcos Ferrer -otro de Evolución- liderando al centenario partido en Córdoba.

Lo que sí repiten en las mesas radicales del sur -con Río Cuarto como referencia- es que, hasta la presentación de candidaturas, el partido debe mostrar otra cara y ganar cuerpo propio, diferente a lo que ocurrió en 2023 cuando la impronta PRO del macrismo-bullrichismo terminaron poniendo como candidata a una empresaria con cero experiencias políticas como es Belén Avico. La parlamentaria quedó en el ojo de la comunidad política riocuartense luego que el Congreso dejara sin efecto la Ley de Movilidad Jubilatoria: ella puso uno de los 87 votos que respaldaron el veto del presidente Javier Milei. 

“No podemos seguir teniendo representantes que nos dejen del lado oscuro de la historia”, reflexionaba al respecto un importante dirigente radical de Río Cuarto, a lo que agregó: “Tenemos la oportunidad de laburar para que no nos sigamos comiendo sapos”. Pese a esto, reconocen que la aparición de algún candidato de La Libertad Avanza en el departamento puede llegar a complicarles el cálculo.