Tras la renuncia de Darío Grabina, la secretaria adjunta tomaría las riendas de la delegación local. No obstante, al menos cinco delegados consideran permanecer en sus roles para sostener la representatividad opositora a la conducción provincial. ¿Habrá acercamiento a la CGT?
Río Cuarto30 de septiembre de 2024
Julieta Fernandez
Por Julieta Fernández
Darío Grabina renunció a la conducción de la UEPC Río Cuarto. En la asamblea del pasado viernes, el dirigente gremial formalizó su decisión que fue tomada luego de que un sector de la conducción (con la secretaria adjunta, Silvia David, a la cabeza) no aceptara el pedido de renuncia planteado por la agrupación Negro Independiente, que consideró que hubo “incumplimiento de principios elementales de la agrupación” por parte de este grupo de secretarios. Aunque, en principio, se planteaba que casi 20 integrantes de la conducción renunciarían junto a Grabina, Alfil pudo conocer que al menos cinco delegados consideran mantener su lugar de representatividad.
Cabe recordar que el conflicto entre el secretario general saliente y la secretaria adjunta data de comienzos de año (a pocos meses de haber asumido) y responde a diferencias políticas pero también en el marco del desempeño diario de sus funciones dentro del sindicato, en lo que varios de los dirigentes del ala de Grabina consideran que fue una “deslegitimación” al liderazgo del (ahora ex) secretario general. Incluso hablaron de una “conducción paralela” encabezada por David y presuntas irregularidades.
Al menos 14 miembros de la conducción siguieron el mismo camino que el secretario general (varios secretarios titulares y suplentes y algunos delegados) y dejarán sus cargos. Sin embargo, cinco delegados departamentales están considerando mantener su lugar de representación pero aclaran que esta decisión “no implica apoyar a la futura conducción sino hacer cumplir el mandato que le dieron los propios afiliados”. El propósito de mantener a los cinco delegados/as departamentales apuntaría a seguir participando de las asambleas, plenarios, reuniones del Consejo y cuestiones de estatuto que tienen que ver con el rol de dichos representantes. “Si se van todos, se beneficiaría indirectamente al gobierno provincial”, consideró un integrante de la agrupación. Al cierre de esta edición, aún no había una decisión tomada y es probable que se debata puertas adentro de la agrupación.
Como en todo quiebre, el temor a perder afiliados está latente. Especialmente al tratarse de una conducción que logró destronar a una gestión de varios períodos como la de Juan Simes (afín a la Celeste de Roberto Cristalli) y que generaba expectativas de una renovación dentro de uno de los gremios con mayor cantidad de afiliados a nivel provincial.
La probable permanencia de cinco delegados departamentales implicaría una suerte de resistencia para la nueva conducción y también un desafío puertas adentro del sindicato. Desde el sector “grabinista” que evalúa quedarse en sus respectivos roles como delegados/as, manifestaron a Alfil que no ayudarán en la conducción o gestión cotidiana del gremio sino que cumplirán con las acciones marcadas por el estatuto en representación de los afiliados. Incluso adelantan que trabajarían en una agenda propia, por lo que el panorama que se avecina para David no será necesariamente un “borrón y cuenta nueva” y presentará el reto de convivir con un grupo de delegados que plantean moverse de manera independiente de su conducción.
¿Acercamiento a CGT?
La conducción de Darío Grabina había optado por romper el vínculo con la CGT Río Cuarto (central de la que formaba parte el anterior secretario general, Juan Simes). La actual UEPC comenzó a formar parte de la Multisectorial de los Trabajadores (frente sindical que nuclea a gremios como AGD, ATE, Cispren, entre otros). La futura conducción a cargo de Silvia David genera especulaciones sobre el lugar que podría tener la UEPC Río Cuarto y la posibilidad de acercarse nuevamente a la CGT local.
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